Mirar

lunes, 12 de mayo de 2008
Un ave fénix cayendo por el firmamento, grito perturbante, que nadie voltee. Cae como cae la noche lenta y silenciosa. Muerte, dolor. Derrame de sangre, edificios cubiertos con esta sangre, dulce y fresca. Ojos negros, jarras huecas, sin sentimientos, llenas de este aire sofocante, como tú. Un punto lejano camina junto a su otro compañero. Mi mano eterna quiere alcanzar tu ala rota. Fascinación.

Sombras...tu y ella en una ceremonia hostil. Apaga las velas corazón, nadie te verá hoy. Nadie te ama ni lo hará. Cuerpo celeste, cuerpos rojos, maldito seas por querer ser más que mi sol en mi sistema corporal. Las persianas burlescas, se agitan y critican este acto mediocre. Yo solo puedo ver este combate de cuerpos que van oscilando entre los abismos de tu piel, vicioso orgasmo. No extingas esta composición pictórica perfecta.

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